sábado

Tristezas del tiempo y del espacio #1



Whisky, click y flash


La cámara nueva relucía bajo el sol del mediodía; en la actitud de reposo

propia de una cámara, sumergida entre las melodías (ecos de fútbol

y política) que remolinaban a su alrededor; otra testigo (silenciosa) de

ese infierno con olor a asado: el gato (acechante bajo las sillas de

plástico) mirando, con la mirada indiferente propia de un gato, a los

seres de carne a medio cocer que pasaban sobre su cabeza; la luz

(filtrándose en el gris blanquecino) hacía brillar la neblina del humo y la

botella de vino (sirviéndose gorgoteante) aturdida por el ruido que

rebotaba en su interior.


Domingo, asado y familia. El chiche nuevo pasaba de mano en mano.

Whisky,click y flash. Otro instante de la realidad que luchaba por no

perder su esencia. El vino temblaba. La abuela a los gritos (en vano intento

de salvar sus flores de los catastróficos pies en estampida de la manada

suelta de niñus salvajitecus).


La cámara relucía sobre la mesa. (Empezaba a sentir calor).


Fue por ahí cuando alguien, al verla en esa soledad, tuvo la fatal idea.

-¡¿Por qué no nos sacamos una todos juntos?!

La abuela paró de gritar: vio en la pared blanca frente a su cama una foto

encuadrada de toda la prole. Sonrió y empezó a llamar (a los gritos) a la

manada de salvajitecus (pero con la cara aún iluminada por la sonrisa)


Con las flores en las plantas de los pies, se sentaban en las faldas de

sus padres, los seres que emitían (desde sus entrañas) las últimas melodías,

ecos de cosas poco comprensibles. El tío (orgulloso dueño de la cámara)

dirigía la ubicación de sus parientes en un marco imaginario, dando

indicaciones como un golero a la barrera en un tiro libre.


(Whisky) Entre el humo, sonreía, sudorosa, apelotonada, la familia.


(Click) El tío tiró el temporizador y se apuró a sentarse al lado de su

esposa. La cámara emitía una pequeña luz roja cada segundo, una cuenta

atrás mientras avanzaba.


(Flash)…





(¿Y el flash? O sea, el manual indicaba claramente que eran diez segundos…)


Sin embargo, pasaron, largos y tendidos, los diez segundos, y mientras los

rostros estáticos tardaban en extrañarse de la demora del flash, las flores de

las plantas de los pies de los niños terminaron de marchitarse. En la luz

congelada del instante,se resquebrajó el vidrio de la botella (a medio tomar)

y las gotas cayeron al suelo (el gato no tomó; era abstemio). Pasó el cielo

(negro, celeste, gris, arcoiris); pasaron las aves (huyendo del invierno).

Despedidas (al aeropuerto). Cartas (de España). Pasaron túnicas (manchadas),

novios (nerviosos). Pasó la muerte y dejó un vacío (de gritos entrañables)

en el aire.


Pasaron llaves, pasaron sonrisas, pasaron domingos

Pasaron, pasaron, pasó. Pasó. (¿Todo lo que tuvo que pasar?)


Hasta que a alguien se le ocurrió pasar esa pagina del álbum de fotos, donde la

familia congelada nunca se enteró del (Flash).




Susukibird

4 comentarios:

  1. Aaahh los asados familiares...cosas difíciles de soportar si las hay.
    Nosotros nos sacamos una foto por año de todos los primos (cuando logran reunirnos, zas! el flash).
    Es deprimente ver mi pelo más feo, mi cara más gorda, mi ropa de vieja cada año.
    Yo paso las páginas rápido.

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  2. Si, yo que sé, el paso del tiempo en una familia es raro; mi abuelo se saca SIEMPRE la misma foto en cada asado; él sonriente con el coso ese que se usa para pinchar la carne al lado de la parrilla. Aún cuando ya no hace él el asado
    Pero bue: la familia e' la familia
    Salú y gracias por leer y comentar
    Buenos asados festivos :p

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  3. Y si, la familia e' la familia.
    Siempre se la puede elegir de nuevo. Cosa seria.

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