lunes

Pan

Si no quieres que un hombre se sienta políticamente desgraciado, no le enseñes dos aspectos de una misma cuestión, para preocuparle; enséñale sólo uno. O, mejor aún, no le des ninguno. Haz que olvide que existe una cosa llamada guerra. Si el Gobierno es poco eficiente, excesivamente intelectual o aficionado a aumentar los impuestos, mejor es que sea todo eso que no que la gente se preocupe por ello. Tranquilidad, Montag. Dale a la gente concursos que puedan ganar recordando la letra de las canciones más populares o los nombres de las capitales de Estado o cuánto maíz produjo Oiwa el año pasado. Atibórralo de datos no combustible, lánzales encimatantos "hechos" que se sientan abrumados, pero totalmente al día en cuanto a información. Entonces, tendrán la impresión que se mueven sin moverse. Y serán felices, porque los hechos de esta naturaleza no cambian. No les des ninguna materia delicada como Filosofía o la Sociología para que empiezen a atar cabos. Por ese camino, se encuentra la melancolía. Cualquier hombre que pueda desmontar un mural de televisión y volver a armarlo luego, y, en la actualidad, la mayoría de los hombres pueden hacerlo, es más feliz que cualquier otro que trate de medir, calibrar y sopesar el Universo, que no puede ser medido ni sopesado sin que un hombre se sienta bestial y solitario. Lo sé, lo he intentado. ¡Al diablo con ello! Así pues, adelante con los clubs y las fiestas, los acróbatas y los prestidigitadores, los coches a reacción. las bicicletas, helicópteros, el sexo y las drogas, más de todo lo que esté relacionado con los reflejos automáticos. Si el drama es malo, si la pelicula no dice nada, si la comedia carecede sentido, dame una inyección de teramina. Me parecerá que reacciono con la obra, cuando solo se trata de una reacción táctil a als vibraciones. Pero no me importa. Prefiero un entretenimiento completo.


Fahrenheit 451
Ray Bradbury

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