Hoy, después de haber crecido un poco y haber tomado conciencia de otras cosas, me doy cuenta de la preocupación de mi familia de contarme toda esa parte de la historia a lo largo de mi infancia; de inculcarme, junto a todos esos cuentos sobre paros y soldados y marchas y corridas, el sentido de la justicia, de la verdad y de la memoria.
De a poquito, los vamos a ir desenterrando, con palas, cepillos, conciencia y justicia.
